
El amor es el mayor
causante de desastres, guerras y también de portentos universales. Todo está
lleno de fenómenos capaces de cambiar cosas sólidas y férreas a la vida
natural, por eso se dice que “el amor mueve montañas”, aunque puestos a
refranear o parafrasear a hidalgos guerreros, me quedo con la frase: “el
corazon tiene razones que el entendimiento no comprende” (frase que se
identifica con mi libro “El Cóctel Felino”).
Porque cuatro meses no
son nada si no se viven con emoción y límites rotos por causas pasionales.
Yo también estoy igual de
feliz hoy que hace un año, cuando nuestras miradas se cruzaron y no te dejaron
marchar de mi sicómoro emocional.
Sin más dilaciones,
porque la verdad tú la dominas y mis sentimientos tuyos son, te amo por encima
de todo aquello que quise tener y conseguí, y también más que aquello que querré
y descartaré por mantener tu felicidad en la proa de mi velero emocional.
Tuyo por siempre, porque
la realidad del hoy fueron los sueños del ayer, y los deseos de hoy serán
realidad, con fuerza y valentía, en el mañana.
Te quiero.